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Déficit de Oxígeno

Todos hemos sentido en algún momento de nuestra vida, al realizar ejercicios intensos, al realizar inmersiones acuáticas sin oxígeno (apnea), o simplemente realizando carreras de velocidad con amigos en nuestra infancia, como nuestro cuerpo se cansa y le cuesta cada vez más obtener oxígeno, este estado de déficit de oxígeno necesita ser repuesto para que el balance fisiológico en nuestro cuerpo vuelva a estabilizarse y nuestro cuerpo vuelva a estar preparado para la acción…

Si observamos a una persona realizando deporte, no sólo respira con rapidez durante un ejercicio intenso, sino también, durante un tiempo después de la finalización del ejercicio. Esto se debe a que el cuerpo tiene un déficit de oxígeno que debe reponerse. El déficit de oxígeno, es la diferencia entre la velocidad de consumo de oxígeno en reposo y la velocidad de consumo elevada después de un ejercicio. También se le conoce como consumo excesivo de oxígeno después del ejercicio (EPOC). Por lo general, la cantidad de oxígeno adicional consumido después de un ejercicio extenuante es de 11 litros. Ese Volumen de oxígeno consumido sirve para lo siguiente:

  • Reemplazo de las reservas corporales de oxígeno que se redujeron en el primer minuto del ejercicio. Esto incluye la fijación del oxígeno a la mioglobina disuelto en el plasma sanguíneo y otros líquidos extracelulares, además del oxígeno en el aire de los pulmones. 
  • Reabastecimiento del sistema de los fosfágenos. Esto incluye la síntesis de ATP (adenosin trifosfato) y el uso de parte de él para donar grupos fosfato de vuelta a la creatina, hasta que se restablezcan las concentraciones en el descanso del ATP y la CP (creatina fosfato). 
  • Oxidación del ácido láctico. Casi el 80% del ácido láctico producido por el músculo entra en el flujo sanguíneo y es reconvertido en ácido pirúvico en los pulmones, en el músculo cardiaco y, sobre todo, en el hígado. Parte de este ácido pirúvico entra en la ruta aeróbica (mitocondrial) para elaborar ATP, pero el hígado lo convierte casi todo otra vez en glucosa. Luego esta glucosa queda disponible para reabastecer el almacén de glucógeno del músculo. 
  • Apoyo al metabolismo elevado. Siempre y cuando la temperatura corporal permanezca elevada por el ejercicio, el metabolismo total se mantiene elevado y consume oxígeno adicional.